Mis inicios en la informática de 8 bits siempre estuvieron ligados al ZX Spectrum, y aunque era el ordenador más popular en los 80, se miraba con cierto recelo a los gráficos y sonido que tenían los ordenadores Commodore. Cuántas veces nos hemos decidido por un juego viendo las fotos de las versiones para Commodore o Amstrad, y si las fotos eran del Commodore Amiga, pues más nos entraba por los ojos o más nos daba por llorar, había conversiones de arcade casi clavadas a la original, cosa que en Spectrum, salvo honrosas excepciones, prácticamente nos lo teníamos que imaginar. Algún día ese deseo se tenía que hacer realidad, y como se suele decir, más vale tarde que nunca, y hace un par de años cayó un Commodore 64 en mis manos, y no hace mucho, un Commodore Amiga 500, por cierto, los dos a muy buen precio, ya que no soy de los que pagan cualquiera de las burradas que se está pidiendo últimamente por estas máquinas. Por lo que por fín conseguí tener, para mí, estas dos má
Blog dedicado a recuperar, preservar y disfrutar de los ordenadores ochenteros/noventeros