Puedo asegurar que soy un entusiasta del Microdrive. Mi primera toma de contacto con este dispositivo fue en el instituto, allá por el año 1986, para grabar en un QL los programas de las prácticas de Basic que hacíamos en la asignatura de informática, en una época en la que los ordenadores eran una tecnología emergente y todo nos parecía novedoso e innovador. Tengo varios Interface 1, ZX Microdrive originales, una unidad VDrive y el pseudo Microdrive por USB para el The Spectrum, dejando claro mi gusto por este dispositivo por razones tan obvias como su diseño, en su momento fue diferente y disruptivo, cuando el disquete parecía ser la solución perfecta, Sinclair apostó por la cinta en pequeños cartuchos, y sobre todo por el toque de romanticismo que da el poder seguir disfrutándolo después de tanto tiempo. La mala calidad de los cartuchos de Microdrive me forzó a buscar alternativas más actuales con capacidad de almacenamiento superior, como una tarjeta microSD, que mantuviera toda la...
Blog dedicado a recuperar, preservar y disfrutar de las consolas y ordenadores ochenteros/noventeros